Cómo evitar una intoxicación alimentaria en casa
Hoy hablamos de seguridad alimentaría. El riesgo de intoxicación en España es ínfimo. A pesar de esto, comprendemos que esté inquiet@. Contra la inquietud damos datos: según expertos de la Agencia Española de Salud Alimentaría, de los productos alimentarios inspeccionados en España solo un 1,4% resulta positivo y lo retiran inmediatamente de la circulación.
En la Unión Europea los protocolos que las empresas tienen que satisfacer, los controles internos y externos a la empresa y estándares que establece la UE que tienen que superar por los alimentos son los más estrictos del mundo. Además, el cumplimiento de los mismos es fiscalizado por inspecciones regulares de la Administración en todas las etapas de elaboración del alimento (es cierto que la empresa puede encargar "inspecciones privadas" y no hacer públicos los resultados, pero, insistamos: la ley establece igualmente inspecciones de la Administración a todo equipamiento de producción alimentaria). Aun así, el riesgo cero no existe. Consejos para disminuirlo en casa:
1. Lávate siempre las manos antes y durante la manipulación de alimentos: lo primero es la higiene personal.
2. Limpia siempre con extremo cuidado todos los enseres que utilizarás para cocinar: la higiene personal es condición necesaria pero no suficiente hay que asegurar la limpieza de: mesas para cortar, cuchillos, tenedores, recipientes, platos, etc. Capítulo aparte merecen las cazuelas: calientelas a 75 grados.
3. Evita la "contaminación cruzada": es decir, si has usado previamente cubiertos que habías limpiado en un inicio y, entonces, has cortado un alimento crudo límpialos una segunda vez.
4. Atento al aspecto externo de los alimentos: a veces para descartar alimentos solo tenemos que atender en el sede mal aspecto, mal olor o mal gusto. Nuestros sentidos (incluido el común) tienen que ser la primera barrera.
5. Usa el termómetro para cocinar: para matar las bacterias tienes que conservar la comida a menos de cinco grados centígrados y cocinarlo a más de cien (equivale a 30 minutos de cocción) lo explica el artículo que hemos "linkado". Lo más peligroso es dejar los alimentos a temperatura ambiente (entre 5 y 60 grados).
6. Atención con los huevos, el marisco, las aves, la leche, las mayonesas, las salsas de todo tipo y las frutas: como hemos dicho antes, un alimento no cocinado es más susceptible de contaminarse. En el caso de huevos y aves estos pueden acoger salmonelosis este link te explica cómo combatirla.
7. Salsas desechables: las salsas son propensas a degradarse tenemos que saber la procedencia, caducidad, cuidar el almacenamiento y usarlas poco.
8. Lava la verdura y pela siempre la fruta: lava los vegetales con agua fría y extrae la piel de la fruta que es refugio de bacterias.
9. Asegúrate que los alimentos hayan sido pasteurizados: nos referimos a lácteos y zumos de frutas.
10. La miel tiene que haber sido tratada térmicamente y nunca puedes darla a niños de menos de un año.
11. Ten especial cuidado con los alimentos que no consumes inmediatamente: tápalos bien para protegerlos de los insectos y recuerda refrigerarlos a menos de 5 grados.
12. No compres nunca excesivamente: puedes perder el control sobre el estado de conservación de alguno de los alimentos Además, tal como señalábamos en un post anterior hay que combatir el derroche alimentario.
¡Ahora hay una sorpresa para quién haya leído hasta aquí!: en el siguiente link grandes chefs y nutricionistas explican cómo distribuir la comida en la nevera para favorecer su conservación. Como reglas generales el artículo establece las siguientes:
1. Pon en primer término los productos que caducan antes.
2. Lácteos: en el estante superior
3. Carne y pescado: en la parte alta y más fría de la nevera
4. Patatas, arroz y legumbres: en recipientes aireados sin luz
5. Mantequilla y algunas conservas: usa tarros de cristal
6. Vacía y limpia la nevera una vez por semana: asegura la desinfección y cada vez serás más ordenado/da
¡Buen provecho!