Principales problemas de convivencia en un piso compartido y dudas adicionales
1. Introducción: Los seres humanos enfrentados a nuevas situaciones
En octubre empieza la universidad. Por ello, muchos estudiantes deciden convivir y compartir gastos. En Finques Feliu no hemos querido acabar este mes sin explicar cómo solucionar los problemas en un piso compartido. Aunque, el pretexto para hablar del tema enunciado sea el inicio del curso universitario, estas líneas pretenden ser una guía para todo el/la que comparta techo.
Empezar esta experiencia vital, supone, ante todo, un cambio.
A grandes rasgos, los seres humanos reaccionamos a toda novedad con ilusión y buena predisposición o con incertidumbre y cierta resistencia. Estas respuestas no se manifiestan con la misma intensidad en cada persona y, además, esta varía dependiendo del momento.
Nuestra reflexión psicológica viene al caso porque en este texto escribimos sobre cómo abordar conflictos entre los convivientes en pisos compartidos Estas disputas son siempre interpersonales. Para verlo más claro pensemos en el caso contrario: cuando uno/a se enfada consigo mismo/a, como mínimo en primer lugar, "únicamente" genera malestar en su seno.
2. Las distintas causas de los problemas de convivencia y sus soluciones
Lo primero a discernir es: ¿A qué tipo de problema nos referimos al hablar de un enfrentamiento entre personas que conviven? Sin duda, este tipo de situaciones son conflictos interpersonales.
¿Qué entendemos por conflicto interpersonal? Psicologíaymente.com lo define así:" Enfrentamiento que surge de forma rápida al ser solo necesario que una sola persona se sienta atacada para darle inicio, lo cual hace que pueda nacer a raíz de malentendidos".
Finques Feliu nunca oculta sus fuentes: los problemas expuestos en los epígrafes: 2.2, 2.3, 2.4 y 2.6 vienen de la web: epsibapsicologia.es. Ahora bien, ni nuestra forma de explicarlos no es la misma.
Salvo en el último punto, hablaremos de las causas de los problemas, no de sus manifestaciones concretas como, por ejemplo: "hay ropa sin lavar que ya debería estar limpia".
2.1 Odiar el conflicto
Comenzamos con una paradoja: no decir aquello que nos incomoda de los demás parece asegurar la ausencia presente y futura de cualquier tipo de enfrentamiento, pero como veremos a lo largo del texto, esto es un error.
Veamos por qué: dicha actitud puede ser una losa si nunca dices lo qué esperas, qué te incomoda, qué te entristece o, simplemente no toleras un "no". Al final, acabarás explotando cosa mortal de necesidad para la convivencia. Es importante subrayar que expresarnos, en cualquier sentido, de forma serena y asertiva eso sí, nunca supone agredir, antes al contrario, es conocernos mejor con los demás.
Solución: conocerse bien y, comunicar.
2.2. La ausencia de normas y reparto de tareas
El hecho de fijar desde principio unas mínimas normas en el piso compartido es una eficaz vacuna ante malentendidos futuros, aconsejamos, que aprovechando que se redacta, cada uno/a se presente a sus compañeros de piso de un modo transparente, es decir diciendo cómo es. Piénsalo así: convivir nunca puede ser dar siempre la espalda a los compañeros de piso.
Solución: Fijar las obligaciones de cada persona desde el principio.
2.3. Nuestras expectativas con respecto a los demás
Todos/as sabemos qué cosas nos molestan y cuáles no. Ahora bien, los demás no tienen por qué.
Lo que acabamos de decir es evidente, pero eso no impide que sea la raíz de incontables conflictos. Lo es al suponer, quien inicia el enfrentamiento, que los demás deberían saber qué le incomoda ¡Damos por supuestas demasiadas cosas!.
Solución doble: por un lado, saber comunicarse con los/as compañeros/as de piso, por el otro, tener empatía, ser amable y agradecer.
2.4. Yo soy responsable de todo lo que me sucede
Muchas personas por: baja autoestima, autoexigencia o por esquivar el conflicto colocan el foco acusatorio en ellas mismas. ¡Todo el mundo comete errores claro, pero no seas implacable contigo!. Serlo ni te ayuda ni ayudas a los demás a entenderte.
Solución: ser más indulgente contigo.
2.5. Mis compañeros son insoportables
De modo opuesto puede pensarse y, sentirse que es más importante en el contexto de los problemas intrapersonales, que el problema es que los demás deliberadamente no quieren acceder a nuestras peticiones. Aquí, hay que hacer una reflexión, formulaciones como: "los demás deliberadamente no quieren acceder a nuestras peticiones" manifiestan algo profundo: nos sentimos agredidos/as y, ese sentimiento no nos ayuda en absoluto.
Solución: ser empáticos y dar tiempo a los demás.
2.6. Discusiones constantes y, en casos extremos, maltrato
Hay personas que, contrariamente, a lo que se exponía en el primer punto, no odian el conflicto: viven de él y, esta realidad no hay que esconderla. Sí estás en esta situación: las discusiones son constantes, injustificadas, con gritos y hasta agresiones no debes permitirlo.
Soluciones: En un primer momento si lo que pasa es que hay discusiones fuertes que se disuelven como azucarillos pasado un tiempo busca mediación externa. Si por el contrario, la situación es de maltrato o acoso denuncia.
3. Posibles problemas de convivencia con la comunidad: ¿Podemos hacer una fiesta en el piso?
Este es un punto muy delicado: a nadie se le escapa que las fiestas son un motivo frecuente de disputas con la comunidad de propietarios donde se resida. Hecha esta advertencia, recomendamos:
a) Informarte en la página web del Ayuntamiento sobre qué límites de ruido existen para cada intervalo horario
b) Poner al corriente de la situación a la Comunidad y en consecuencia solicitar permiso previo a los miembros de la junta de propietarios
Además, advertimos que bajo ningún concepto debes: ir a las zonas comunes a beber alcohol, vomitar, defecar, pelearse, causar destrozos etc. Responderás de ellas ante la policía.
4. ¿Todo aquello que parece un problema lo es?
La respuesta a la pregunta del titular es "no". Afortunadamente, una gran parte de las situaciones que nos angustian son preocupaciones sí, pero no son problemas reales.
Un ejemplo de ello lo dimos en 2015 y, nos viene como anillo al dedo recuperarlo: ¿Cómo repartir las habitaciones de un piso compartido? Finques Feliu te da aquí la solución matemática.
5. Epílogo: Más allá de compartir piso: ¿Cuáles son nuestros derechos y deberes como inquilinos con respecto a la propiedad? ¿En qué consiste la "cláusula COVID-19"?
Nunca está de más recordar cuáles son los derechos y deberes que se tienen como inquilinos. En Finques Feliu lo explicamos en detalle hace tres años.
En el momento que escribimos este texto las cifras de incidencia de COVID-19 van a la baja. Sin embargo, meses atrás la "cláusula COVID-19", que en ocasiones se incorpora en los contratos de alquiler, acaparó titulares. Surgió para protegerse ante las consecuencias de la pandemia Fotocasa lo explica en el enlace siguiente. Es importante resaltar que dicha disposición siempre debe ser pactada entre propietario/a e inquilino.
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